Blogia
Manel Temprado. Praxis Racional, o cómo provocar la reflexión en el otro

Lectura de ¿Qué es la Ilustración?

1. La Ilustración es la salida del hombre de su minoría de edad. Kant responde a la pregunta formulada en un diario de la época “¿Qué es Ilustración?” de esta manera, es la salida del hombre de su minoría de edad. Por “salida” cabría entender un dejar atrás un estadio anterior, en este caso la minoría de edad. Pero esta salida, este dejar atrás no es un acontecimiento que le sobrevenga al hombre sin más, por casualidad, sino que es una apuesta firme del hombre por parte del hombre mismo. La salida, no es una circunstancia, sino algo que por lo que el hombre mismo apuesta. La voluntad del hombre decide libremente abandonar su minoría de edad.

2. Él mismo es culpable de ella. El hombre es culpable de su propia minoría de edad. Si el hombre no ha abrazado su mayoría de edad es porque no ha tenido hasta el momento la voluntad de hacerlo. No reside en un problema de entendimiento, sino de voluntad.

3. La minoría de edad estriba en la incapacidad de servirse de la propia razón sin la dirección de otro. El menor de edad es aquel que se muestra no facultado para servirse de la propia razón sin la dirección de otro. Por eso la falta es aún mayor, si cabe, puesto que la falta reside en la voluntad, no el entendimiento. Si el hombre quisiera podría emplear su propia razón, para su propia guía. Kant no está postulando que la Ilustración sea la época de un nuevo conocimiento sobre las cosas, de un mayor conocimiento, sino la época en que los hombres apuesten encarecidamente por el uso propio de la razón. La Ilustración responde más que a una serie de contenidos, a un cambio actitudinal, es un cambio en la actitud del hombre. Por tanto cabría hablar del acontecimiento de una nueva actitud, la actitud ilustrada.

4. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no yace en un defecto del entendimiento, sino en la falta de decisión y ánimo para servirse con independencia de él sin la conducción de otro. La Ilustración no reside en una serie de contenidos que sería preciso aprender, sino en una actitud. Es por ello que Kant recrimina a los hombres que no apuestan decididamente por la ilustración, no es algo que haya que comprender, sino una actitud que hay que adoptar frente a todo, frente a la vida, también frente a nosotros mismos. La actitud ilustrada es aquella actitud de los hombres que siguen a su propia razón, que no tienen miedo a su propio entendimiento. No desean seguir siendo dirigidos por otros, conducidos por otros, sino que quieren, que exigen ser dueños de sus propios actos siguiendo el criterio que otorga el propio entendimiento.

5. Sapere aude!! ¡Ten en valor de servirte de tu propio entendimiento! He aquí la divisa de la Ilustración. Atrévete a pensar es el lema de la ilustración. No reclama piensa esto o aquello, sino simplemente piensa. Adopta una actitud activa y haz uso de tu propia capacidad de reflexión. En ningún caso Kant está postulando por una serie de contenidos positivos que deberían ser los correctos, o en un uso específico de la razón, o un modelo teórico al cual seguir. No, está apostando por una actitud fundamental y fundamentadora, la actitud que sigue los designios del propio entendimiento. Una actitud que se retroalimenta a ella misma, puesto que los contenidos del pensamiento, son el mismo pensamiento.

6. La mayoría de los hombres, (…) permanecen con gusto bajo ella a lo largo de la vida debido a la pereza y a la cobardía. El mensaje ilustrado es un mensaje revolucionario que viene a revolver las conciencias que andan adormiladas, pero que facultativamente todas pueden acogerse a su mensaje. No establece ningún contenido de verdad, sino sólo la actitud de aquel que piensa lo que le dicta su propio entendimiento. Es una actitud valiente y activa.

7. Por eso les es muy fácil a los otros erigirse en tutores. El tutor no sería aquel personaje que supiera más, sino que teniendo tal arrojo de la voluntad se ha erigido en tutor.

8. ¡Es tan cómodo ser menor de edad! Si tengo un libro que piensa por mí, un pastor que reemplaza mi conciencia moral, un médico que juzga acerca de mi dieta, y así sucesivamente, no necesitaré del propio esfuerzo. En el fondo el tema que se trata es la comodidad del menor de edad, el no tener responsabilidades implica el no realizar ningún esfuerzo.

9. Con sólo poder pagar, no tengo necesidad de pensar: otro tomará mi puesto en tan fastidiosa tarea. La tarea de pensar es una tarea ardua, laboriosa y que requiere de gran esfuerzo por parte de la persona. En ningún momento, se está diciendo que haya persones con mayor o menor capacidad para pensar, sino que todas las personas podrían, si quisieran, tomar parte en el esfuerzo de pensar.

10. Como la mayoría de los hombres tienen por muy peligroso el paso a la mayoría de edad, fuera de ser penoso, aquellos tutores ya se han cuidado muy amablemente de tomar sobre sí semejante superintendencia. Después de haber atontado sus reses domesticadas, de modo que estas pacíficas criaturas no osan dar un solo paso fuera de las andaderas en que están metidas, les mostraron el riesgo que las amenaza si intentan marchar solas. Lo cierto es que ese riesgo no es tan grande, pues después de algunas caídas habrían aprendido a caminar; pero los ejemplos de esos accidentes por lo común producen timidez y espanto, y alejan todo ulterior intento de rehacer semejante experiencia. El pensamiento no es cuestión de capacidad, sino de voluntad, es una facultad de la que todos pueden disponer. Sírvete de tu propio entendimiento. No tengas miedo.

11. A cada hombre individual le es difícil salir de la minoría de edad, casi convertida en naturaleza suya; inclusive, le ha cobrado afición. El hombre en general ya se ha acostumbrado a esta actitud de pura recepción, de no actividad del entendimiento. Por esta no actividad continuada del entendimiento le será difícil salir de su estado de minoría de edad. A cada hombre individual, parece que aquí Kant está queriendo decir que a cada hombre de manera individual le será complicado salir de su estado de minoría de edad. ¿Cómo habrá de salir ese hombre de su estado de minoría de edad, cuando parece estar tan arraigado en su mismo ser?

12. Por el momento es incapaz de servirse del propio entendimiento, porque jamás se le deja hacer dicho ensayo. Este hombre en el estado de minoría de edad, no es capaz de servirse del propio entendimiento, puesto que jamás se le ha permitido hacer tal cosa. Ahora bien, si por un lado la época ilustrada es aquella que marca un hito según el cual el hombre sale de su estado de minoría de edad, y por otra ese mismo hombre no puede por sí mismo hacer uso de su propio entendimiento, sencillamente porque jamás se le ha entrenado, jamás se le ha dicho que posee esa capacidad, entonces ¿cómo será posible que el hombre salga de su estado de minoría de edad? Que el hombre abrace el mensaje ilustrado, el mensaje de la liberación?

13. Los grillos que atan a la persistente minoría de edad están dados por reglamentos y fórmulas: instrumentos mecánicos de un uso racional, o mejor de un abuso de sus dotes naturales. La forma de las ligaduras al estado de minoría de edad toman la forma de la misma naturaleza del hombre, la propia racionalidad es el medio como se esclaviza a los hombres. La ligadura toma forma de prejuicios: reglamentos y fórmulas: instrumentos mecánicos de un uso racional. Kant estaría apostando por una no mecanicidad del entendimiento. El entendimiento como algo creativo.

14. Por no estar habituado a los movimientos libres, quien se desprenda de esos grillos quizás diera un inseguro salto por encima de alguna estrechísima zanja. Por eso, sólo son pocos los que, por esfuerzo del propio espíritu, logran salir de la minoría de edad y andar, sin embargo, con seguro paso. ¿Cómo se conseguiría salir del estado de minoría de edad? Mediante el propio esfuerzo, por eso son pocos los que lo logran. Kant, podemos pensar, sería un ejemplo de ese gran esfuerzo de emancipación. Vendrían a ser algo así como iluminados, puesto que lo cierto es que no hay ningún motivo para tal cosa, nadie se lo ha dicho que pueden usar su propio entendimiento, sino que ellos solos por sí mismos han echado a andar bajo su cuenta y riesgo. Podemos inducir que el lenguaje que habla la Ilustración es el lenguaje de la filosofía. La filosofía es un mensaje eleutérico, de liberación de las cadenas. Como en Platón y su mito de la caverna.


0 comentarios